En este local comercial de estilo clásico emplazado en el corazón del casco histórico de Santiago de Compostela, en el cual se montaba una tienda de delicatessen, se conservaron todos los muros de piedra a la vista para así mantener el aire histórico y se combinó con materiales actuales como el cristal y acero, junto a una iluminación de halogenuros metálicos y planetarios con lamparas QR111 para dar calidez. Para la zona de catas se colocó una iluminación especial para no desvirtuar el color del vino. La entrada se realizó en cristal y pladur, rotulando luego todo con vinilo efecto arenado y amueblando todo con madera oscura.